Efemérides de Acámbaro

Año de 1526

Una expedición de Hernán Cortés pasa por a Acámbaro

A raíz de la conquista de México-Tenochtitlán por pare de los españoles, se inició la exploración y colonización del territorio de la Nueva España. En la región de Guanajuato los primeros “contactos” permanentes entre indios y españoles ocurrieron en la parte occidental, poblada por naturales que aceptaron quedar en encomienda y ser evangelizadas. Posteriormente, se organizaron exploraciones españolas más hacia el norte; por ejemplo, una rápida expedición de Hernán Cortés pasó por Acámbaro en 1526. 

Septiembre 19 de 1526

Fundación de Acámbaro

El cacique indio Nicolás de San Luis de Montañez, funda la ciudad de San Francisco de Acámbaro, Gto., en el cual de inmediato se construyó una ermita provisional, se delinearon las primeras 10 calles, sus primeros pobladores fueron seis caciques de Jilotepec, todos ellos con veinte años de edad, tres otomíes y tres tarascos.

Febrero 13 de 1576

El Virrey Enríquez autoriza que traigan 100 indios de Acámbaro para hacer construcciones en León

El virrey Martín Enríquez de Almanza autoriza que traigan sólo 100 indios de Acámbaro para la construcción del edificio que se hacía en León, que se refería a la unidad que integraba las Casas de Cabildo y la Cárcel Pública.

Acámbaro en la Independencia

Previo a la llegada del ejército insurgente, el matrimonio compuesto por Don Juan Batista Larrondo y su Esposa Doña Catalina Gómez que se dedicaban al comercio y al cuidado de la hacienda denominada San Antonio, localizada a unos cuatro kilómetros al sur de Acámbaro, que al estar comprometidos con la insurrección y al enterarse de que pasarían por Acámbaro una comitiva enviada por Don Francisco Javier Venegas LIX Virrey de la Nueva España, que había tomado posesión del Virreinato el 14 de septiembre de 1810 y que ya estaba enterado de la lucha por la Independencia que se estaba realizando en la provincia de Guanajuato; el día 18 de septiembre convoca a una junta, en la que dispuso, salieran de la ciudad de México, lo más pronto posible rumbo a la provincia de Michoacán, el intendente de Michoacán, Don Manuel Merino, el Comandante de Armas, Don Diego García y el Coronel de las fuerzas provinciales, Conde Don Diego Rul, a ponerse al frente del regimiento provincial de infantería; fue así como estas autoridades salieron con un cargamento de oro y plata para las tropas del ejército realista a la ciudad de Valladolid el día 3 de octubre de 1810.

El 7 de octubre de 1810, Doña María Catalina envió a su cajero auxiliador “el Torero Luna”, y otros a emboscar a los enviados del Virrey:

A mediodía la comitiva de españoles llegó a la población de Acámbaro; sigilosamente pasó sin ser notada; entró por la garita de Tarandacuao y recorriendo las calles por las orillas del pueblo salió por la antigua garita de Zinapécuaro. Apenas habían recorrido tres kilómetros, cuando vieron un grupo de jinetes y de gentes de a pie, que con aspecto agresivo, trataban de interceptarles el camino. El lugar fue una cañada que hay en el antiguo camino de Zinapécuaro situada entre los poblados del Moral y Jaripeo. La escolta que custodiaba los carros de los españoles huyó atemorizada y los pasajeros apenas tuvieron tiempo de bajar de los carros para defenderse, García Conde, que no tuvo tiempo de ponerse su sombrero, sacó la pistola y apuntó al torero Luna preguntándole qué quería y a quién buscaba; pero una seña que probablemente dio la señora Larrondo, las piedras comenzaron a ser lanzadas por los atacantes y por un pequeño descuido de García Conde, al querer esquivar una piedra, Luna le ganó la acción y le asestó un garrotazo en la cabeza que lo privó del conocimiento. Los otros españoles se defendieron inútilmente. Unos minutos solo transcurrieron y el combate se decidió a favor de los aprehensores, quienes embravecidos, quisieron acabar de una vez con los gachupines. Intervino enérgicamente doña Catalina para evitarlo y se impuso: bien acostumbrada estaba a mandar: los caídos fueron tratados con humanidad, subidos en sus coches fueron regresados a Acámbaro, a donde los recibieron a las cinco de la tarde entre la inmensa gritería del pueblo que estaba ya enterado de la aprehensión.

Los aprehendidos fueron alojados en un mesón con estrecha vigilancia, de la casa de la señora Larrondo mandaron ropas y colchones para los prisioneros, y un cirujano para que atendiera sus heridas.

Oficio para Hidalgo:

 

Doña María redactó un oficio para el cura Hidalgo y esa misma tarde lo envío con su cajero:

“EXMO.S.RD.N.MIGUELYDALGO.

Habiendo sabido q.e pasaban p.r este pueblo tres coches con Europeos con destino a Vallad.d, hice q.e mi cajero auxiliado con algunos sujetos saliese a prenderlos; suponiendo q.e de este modo servía a V.E. y cooperaba á sus ideas. Se logró en efecto la acción prendiendo al conde de Rul, Intendente de el expresado Vallad.d, y á el Teniente Coron.l de Drag.s de Max.co, pero con tanta ventaja q.e p.r ntra. Parte no se derramó una gota de sangre, y p.r la de ellos todos quedaron gravemente heridos.

Yo quedo gloriosamente satisfecha con haber manifestado mi patriotismo, y deseosa de acreditar á V.E. los sentimientos de amor y respeto q.e tengo a su persona”.

Dios guarde á V.E. m.s.a.s.

ACAMB.O OBRE. 7DE1810.

MARÍACATALINAGÓMEZDELARRONDO

El 8 de octubre, Hidalgo se preparaba en Guanajuato para atacar en Querétaro, que era defendido por el ejército del coronel Flon, Conde de la Cadena, cuando recibe el recado de la señora Larrondo.

Al darse cuenta el cura Hidalgo de que podría ir fácilmente a Valladolid, decide cambiar sus planes y en lugar de Querétaro marcha con rumbo a Valladolid.

El Cura Hidalgo en Acámbaro

 

La tarde del 13 de octubre de 1810, el ejército insurgente llega a Acámbaro, se hospeda en la casa de la familia Larrondo, el Cura Hidalgo felicita a la señora María Catalina por tan valerosa acción.

Del mismo modo, doña María Catalina hizo que su esposo Juan Bautista Larrondo, su hermano José Antonio Gómez, sus empleados y peones de la hacienda se sumaran a la causa insurgente; y contribuyó con todos sus caudales que tenía en efectivo.

El ejército insurgente salió de Acámbaro hasta el 15 de octubre de 1810.

Acámbaro el Cuartel General del Ejército de América

El 20 de octubre de 1810 a las 10 de la mañana, después de proveerse de recursos, que mucha falta le hacían, para sostener a sus tropas, Hidalgo sale de Valladolid y emprende su aventura hacia la capital de la Nueva España. En su paso por Charo, se entrevista con Don José María Morelos y Pavón, quien decide unirse a la lucha por la independencia.

De Charo, el Ejercitó Insurgente al frente de Miguel Hidalgo, sigue su camino por Indaparapeo, Zinapécuaro y llegan a Acámbaro el 21 de octubre.

El 22 de octubre de 1810, los insurgentes reunidos en la alargada plaza principal y el convento de San Francisco, que en ese día se convirtió en “Cuartel General” del “Ejército Grande de América”, los jefes del movimiento acordaron en consejo militar dar a sus huestes la forma de un verdadero ejército y formar un gobierno cívico-militar que comenzó a regir en el territorio dominado por los insurgentes.

Además dieron los nombramientos del ejército:

Generalísimo de la Nación Americana, (Máxima autoridad civil y militar): Señor Cura don Miguel Hidalgo y Costilla.

Capitán General de la Nación Americana (Segunda autoridad civil y militar): Señor don Ignacio de Allende.

Tenientes Generales: Juan Aldama, Mariano Jiménez, P. Mariano Balleza, José Díaz y Joaquín Arias.

Mariscales de Campo: Mariano Abasolo, Joaquín de Ocón, José María Aranciba, José Antonio Martínez, Ignacio Martínez, D. Ignacio Camargo y Antonio Aldama.

Brigadieres: Don Juan Bautista Carrasco (criollo acambarense) y don Onofre Portugal.

Coroneles: Más de ochenta recibieron este grado, entre ellos se saben los nombres de: don Luis G. Míreles, don Francisco Mascarenas y don José María Liceaga.

Teniente Coronel: Don Luis Malo.

Tesorero del Ejército: Don Mariano Hidalgo y Costilla.

Fueron algunos los nombramientos del ramo civil, siendo el más importante el del señor licenciado José María Chico, como ministro de Policía y buen Gobierno, (con quien deberían entenderse las representaciones ajenas a lo militar).

Quedó estipulado que los coroneles mandarían un batallón cada uno y que podrían designar libremente a sus oficiales. Se le daba el grado de Coronel a todo aquel individuo que presentaba mil hombres.

Los sueldos eran: cuatro reales para el soldado de a pie, un peso diario para el soldado de a caballo, tres pesos diarios para los oficiales desde capitanes de caballería hasta coroneles.

Ningún sueldo cobrarían los militares de mayor graduación, pues estos más bien aportaban su peculio personal el dinero para el sostenimiento de las tropas.

Se crea el primer uniforme del ejército insurgente:

 

“…Hidalgo se presentó con el uniforme que era de casaca azul con vueltas encarnadas con bordados de oro y plata; tahalí de terciopelo negro bordado, y en el pecho una imagen de oro de la virgen de Guadalupe. Los demás grados se distinguieron con galones y cordones, ya dividida la gente en batallones de mil hombres pasaron revista en el margen izquierda del Río Lerma”. Así fue como nació en Acámbaro para gloria de México, EL EJERCITO NACIONAL, contando en ese momento con más de 80,000 mil hombres.” Todo esto ocurrió en el trascurso del 22 de octubre de 1810.

La tarde del día siguiente (23 de octubre), el Ejército Insurgente sale de Acámbaro rumbo a la ciudad de México por el camino de Toluca.

Otras fechas importantes durante la Independencia

Septiembre 20 de 1810

Iturbide sale de Valladolid, Michoacán, se le encomendó la captura de los insurgentes

Agustín de Iturbide salió de Valladolid, Michoacán, poniéndose en pie de lucha y de inmediato se le encomendó la captura de los insurgentes Carrasco y “El Torero Luna”, que habían atacado la cuidad de Acámbaro.

Abril 17 de 1813

López Rayón recibe la noticia de que fue tomada la artillería

Ignacio López Rayón, recibió la noticia de haber sido dispersada la tropa y tomada la artillería de la expedición que salió de Acámbaro, Gto., por el general Agustín de Iturbide, quien con más de mil quinientos hombres la atacó en el puente de Salvatierra.

Agosto 23 de 1813

Agustín de Iturbide envió un informe a Félix María Calleja

Agustín de Iturbide comunicó al realista Félix María Calleja, que en vista de ser muy estimables los rendimientos de la Hacienda Pública en los Municipios de: San Miguel, Salamanca, Acámbaro, Salvatierra, Valle de Santiago, Piedra Gorda y Pénjamo, éstos contribuyeron a organizar la fuerza militar para seguridad de la provincia.

Post-Independencia

Febrero 10 de 1824

Acámbaro recibe el grado de Villa

Al crearse la Junta Gubernativa en el Estado de Guanajuato se decretó que el pueblo de Acámbaro recibiera el grado de Villa; quedando dicho suceso en el acta del 10 de febrero de 1824.

Julio 18 de 1827

El Estado de Guanajuato se divide en cuatro departamentos y dieciocho partidos

Por decreto No. 34, el Estado de Guanajuato, se divide en cuatro departamentos y 18 partidos: “El departamento se formará con los partidos de Silao, Irapuato, Salamanca, Valle de Santiago y territorios anexos a éstos. El de Celaya, tendrá los partidos de Celaya, Salvatierra, Yuririapúndaro, Acámbaro, Apaseo y Jerécuaro, con el anexo a ellos. El de Allende, se compondrá con los partidos de Allende, Hidalgo, San Felipe, San Luis de la Paz y subalternos. El de León, tendrá los partidos de León, Pénjamo, Piedra gorda y adherentes”.

Año de 1850

El cólera azota a la Villa de Acámbaro

La enfermedad del cólera iba en aumento, por lo que en el pueblo nombran a la Virgen del Refugio como patrona de Acámbaro y hacen la promesa de edificar un templo en su honor; colocando la primera piedra el 8 de diciembre del mismo año.

Mayo de 1855

En la etapa del México Independiente del siglo XIX, la localidad dejó de llamarse  “San Francisco de Acámbaro” y retomó su nombre original e indígena: Acámbaro.

Noviembre 12 de 1899

Acámbaro se erige como Ciudad

En este día entra en vigor el Decreto del XVIII Congreso del Estado de Guanajuato y siendo Gobernador el Lic. Joaquín Obregón González, por el que la Villa de Acámbaro se erige en Ciudad conservando su mismo nombre. Con la renovación política y administrativa de Guanajuato, en 1898 Acámbaro nombra a su primer presidente municipal que fue Don Emeterio Iturría, tan solo un año antes de ser nombrada como Ciudad.

Mayo 23 de 1883

Nace Fernando Lizardi, participó como Diputado Constituyente 1916-1917,  por el Estado de Guanajuato

El Diputado Constituyente 1916-1917, el Lic. Fernando Lizardi, nació en la ciudad de Guanajuato. Obtuvo el título de abogado el 11 de septiembre de 1906, en la ciudad de México. Fue Juez Municipal, Civil y Penal; miembro de la Junta Dictaminadora de Abogados del Estado de Guanajuato; Asesor de la Comandancia Militar del Tercer Sector del Estado, bajo las órdenes del General Cándido Aguilar y Secretario General del Gobierno del Estado de Hidalgo.

Al triunfo del constitucionalismo, fue electo como Diputado al Congreso Constituyente de Querétaro, celebrado en el entonces Teatro Iturbide, representando al 13° Distrito del Estado de Guanajuato, Acámbaro. Murió en la ciudad de México el 11 de septiembre de 1957.

Año de 1883

Impresiones del viajero francés Jules Joseph Lecrecq sobre Acámbaro

El viajero francés, coleccionista de mariposas, Jules Joseph Lecrecq, nos dejó algunas impresiones de su rápida visita en 1883, a Acámbaro, la primera ciudad que fundaron los españoles en el Bajío (entre 1526 y 1531), y que está situada “en un punto estratégico de gran importancia, pues domina los caminos de Querétaro, de Morelia, de Toluca”. Allí fue donde Miguel Hidalgo, en su ruta por la Independencia, recibió el grado de generalísimo de América, e Ignacio Allende el de capitán general.

Quejándose del deficiente servicio del ferrocarril a Morelia y del “atroz” coche que lo trasladó de la estación a su posada, pomposamente llamada hotel, el francés Jules Joseph Lecrecq tuvo que resignarse a compartir la habitación con un tratante de ganado, “quien le mostró su asombro porque en el trayecto no hubiera sido víctima de un asalto, infestado como estaba el país por entonces de bandidos, todavía sin recuperarse de la reciente guerra contra la intervención francesa, que por cierto no había sido mal vista por la gente del lugar”.

En su opinión, Acámbaro, religioso y conventual como tantos otros poblados del Bajío, era un típico dechado de pequeña villa carente de los más elementales servicios públicos, dotada de una plaza o jardín donde crecían árboles tropicales como los bananeros, mientras a la distancia se erguían las montañas de flancos escarpados.

Revolución Mexicana

Durante la Revolución Mexicana, Acámbaro como la mayoría de los municipios guanajuatenses, participó de manera decisiva al apoyar con hombres y con dinero al movimiento revolucionario maderista en favor de la democracia.

Don Ramón Núñez, dueño de la hacienda de San Cristóbal, perteneciente al Municipio de Acámbaro, vendió su hacienda para apoyar al movimiento con dinero, y algunos hombres que se sentían identificados con la causa idealista, repartió algunas tierras entre sus trabajadores, ya que no podría hacerse cargo de ella, pues también se integraría a la revolución, estando dentro del movimiento fue nombrado general, además de ser jefe de armas, en Salvatierra, Yuriria, Moroleón y Uriangato; según lo refiere su hija María Teresa Núñez López. Don Ramón había nacido en Uriangato, fue Presidente Municipal, primero de Uriangato en 1919 y después de Acámbaro en 1949-1950, donde permaneció hasta su muerte el 25 de Octubre de 1980.

La Villa de Acámbaro, que era cabecera del distrito del mismo nombre y comprendía: Tarandacuao, Jerécuaro y Coroneo, fue ocupada el 1° de agosto de 1914 por un contingente constitucionalista de la Segunda División del Cuerpo del Ejército del Noreste al mando de Francisco Munguía.

El 5 de abril de 1915 se efectuaron dos combates en Celaya por un lado las fuerzas Obregonistas y por el otro las fuerzas Villistas, terminando el 15 del mismo mes; al regresar los villistas a la capital, pasan por Acámbaro el que había sido tomado por los Generales Alejo González y Alfredo Elizondo, buscando alimento, y pensando estar seguros desensillaron sus caballos, “gran parte de ellos se encontraban en las calles adyacentes de la capilla del Santo Ecce-Homo. Cuando dichos hombres, sin el mayor cuidado estaban llevándose tacos de tortilla con chile y frijoles a sus bocas, repentinamente dos hombres de los “rayados” vestidos con camisas de rayas negras y blancas, irrumpieron por el puente de fierro, quienes disparaban sus armas, lanzando sus caballos contra los confiados contrarios, al tiempo de que por el puente colonial -puente de piedra- entraban el grueso de la columna de los constitucionalistas. Los villistas, llenos de pánico y sin poder ensillar sus caballos para correr, trataron de ganar las calles situadas en las faldas del cerro del toro, para alcanzar la cima; pero era tan nutrido el tiroteo que muchos caían moribundos. Muy pocos se libraban de las balas, pues a algunos les pegaban en el lugar en que habían quitado los pies y llegaban hasta la santa cruz. Un grupo de los villistas habían sido apresados cerca dela estación de los ferrocarriles, los que, colocados a lo largo del muro que circunda el departamento de fuerza motriz por la parte exterior, sin piedad, fueron fusilados…”

En la época carrancista se nacionalizan los talleres de los ferrocarriles.

Post-Revolución

Durante la época cardenista se modernizaron las instalaciones ferrocarrileras, consiguiéndose dos máquinas de vapor, la 295 en septiembre de 1942 y la 296 (“La Fidelita”), en junio 10 de 1944.

En mayo de 1949, se construyó la presa Solís, en el corazón del asentamiento indígena prehispánico Chupícuaro y fue inaugurada por el entonces presidente de la República Lic. Miguel Alemán Valdez. Cabe destacar que esta presa es la de mayor capacidad en el estado de Guanajuato.

La remodelación del municipio se dio durante el período de gobierno del Lic. Juan José Torres Landa (1961-1967), bajo el Plan Guanajuato.

Fidelita, la novia de Acámbaro

 

En la década de los años 30’s en los talleres de la “casa redonda” -construidos en 1890, para reparación y mantenimiento de las máquinas- de Acámbaro el maestro mecánico José Cardoso oriundo de este lugar tuvo la inquietud de construir locomotoras, y en 1939 hizo los primeros croquis aunque fueron solo en su mente, de cómo sería factible que se construyera en la República Mexicana las locomotoras de todo el Sistema, y así ser capaces de construir las primeras máquinas de vapor en México y evitar se trajeran de los Estados Unidos de Norteamérica, y así tener autonomía económica.

El 10 de Junio de 1944, dio su primer recorrido La Fidelita de Acámbaro a Tacubaya. Llena de flores, con dos banderas mexicanas y en el centro una pintura del cura Miguel Hidalgo y Costilla.

A la inauguración asistió un representante del entonces presidente Manuel Ávila Camacho acompañado de un nutrido séquito, entre ellos una mujer que lloró durante toda la ceremonia. Se trataba de la esposa del ingeniero Andrés Ortiz, entonces gerente general de Ferrocarriles Nacionales de México. El motivo del llanto no era para menos: la máquina de vapor era bautizada con el nombre de su hija recién fallecida: Fidelita.

Siendo las once de la mañana, la señora de Ortiz tomó la botella de champaña y la quebró con mucho orgullo en una de las ruedas de la Locomotora No. 296, que a partir de ese momento se llamó “Fidelita, la novia de Acámbaro”.

En los años 40’s, construir una locomotora en México costaba 80 mil pesos; construir el mismo tipo de máquina en E.U. costaba ¡385 mil pesos!

En 1947, fue “condenada a la chatarra”, para darle paso a una dama más fría pero efectiva: la máquina de diésel.

Diciembre 15 de 1945

Inauguración de la radiodifusora “X.E.G.W.”

“La Voz de Acámbaro” fue instalada por el Ing. José Martínez, Moreliano popularmente conocido como el “tío pepe”… Posteriormente esta radiodifusora fue traspasada a una persona comerciante de la localidad, y no alcanzó a su segundo aniversario porque desapareció sin saberse las causas.

Año de 1962

Inauguración de la X.E.V.W.

En el año 1962 se implanta la nueva radiodifusora por el señor J. Jesús Morales, con la nueva denominación de X.E.V.W. -1,160 “Hrz de AM”- utilizando el mismo nombre, La Voz de Acámbaro. Le siguió otra radiodifusora hermana, la X.E.A.K. -8.90 “Hrz de AM”, Radio Mexicana –hoy “la consentida”- con programas de gran variedad, con la misma intensión que la primera y que actualmente continúan al aire; utilizadas como medio de información el cual ha sido llevado a la labor benéfica en el aspecto informativo, cultural, artístico, de diversión y entretenimiento.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top