Síntesis Nacional
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Foto del día: Mediante el evento denominado “Ritual de los Pueblos Originarios a la Madre Tierra para Anuencia del Tren Maya” inició simbólicamente el comienzo de las obras para la construcción del Tren Maya. Representantes de los 12 pueblos originarios de Chiapas pidieron consentimiento a la Madre Tierra, (Pachamama) con la presencia del presidente de México Andrés Manuel López Obrador, quienes de manera simbólica, mediante un ritual oraron por el bien de la construcción del Tren Maya, en la antigua pista aérea de Palenque.

Editorial Centenarios-Kiosco de la Historia
Agencia de Información Especializada
Kiosco
La apuesta por el sur de López Obrador
Por Fidel Ramírez Guerra
Un presupuesto sin precedente al sur. Tren Maya, Refinería, forestación, apoyo para ganadería, impulso al turismo. Ocho gobernadores y centenares de alcaldes y empresarios están cerrando con AMLO. Las bases sociales evidentemente con el presidente.
López Obrador se ha planteado cuatro años para terminar un mil quinientos kilómetros de vías férreas. Habrá trenes para turistas, pero también trenes de carga y para lugareños. Justicia al sur, que nunca la ha tenido, dijo.
Con ese apoyo al sur Andrés Manuel pretende reactivar la economía de esa región. Él es sureño, con infinidad de compromisos político-ideológicos con su gente. La votación en el sur le favoreció. El sur lo seguirá apoyando.
¡El increíble sur privilegiado en el gobierno de la 4T!
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Columna de Columnas
Polémicos Salarios / Más allá de los rieles
17/12/2018
Polémicos Salarios
A sólo 15 días de que comenzara la administración de Andrés Manuel López Obrador, el tema más comentado es el de la reducción a las remuneraciones de los servidores públicos, el cual, también ha consumido buena parte del tiempo de trabajo del gobierno federal, al respecto en el Excélsior, su director, el periodista Pascal Beltrán del Río, escribe que: “el anuncio de Andrés Manuel López Obrador de que ganaría como Presidente menos de la mitad que su antecesor, puso a discusión cuánto debería percibir el resto de los funcionarios del Ejecutivo y los integrantes de los otros Poderes de la Unión. Miles de servidores públicos se encontraron súbitamente en la circunstancia de que sus remuneraciones eran superiores a las del Presidente y, por tanto, tendrían que ser recortadas por lo dispuesto en el artículo 127 constitucional. Frente a esta decisión del Ejecutivo[…], centenares de ellos presentaron solicitudes de amparo, y un número suficiente de senadores de la oposición suscribió una acción de inconstitucionalidad para el caso. Todos estos recursos serán resueltos por la Suprema Corte […]. El debate se profundizó con la decisión del ministro Alberto Pérez Dayán de suspender la Ley de Remuneraciones, cosa que generó la presentación de sendos recursos de reclamación por parte del Senado y la Presidencia, los cuales serán resueltos cuando la Corte vuelva de su receso de fin de año. En eso estábamos, cuando, el viernes pasado, a la secretaria de la Función Pública, Irma Sandoval, se le ocurrió que eso no era suficientemente polémico. Había que ponerle más leña al fuego. En una comparecencia ante senadores, dijo que debía ser el Estado y ‘no el mercado’ el que fije el nivel de los ‘salarios, ingresos y honorarios’ como parte de la ‘nueva ética pública’. Opinó que desde el Poder Ejecutivo, ‘así como estamos invitando a los otros Poderes a sumarse a la política de austeridad republicana, también tendríamos que invitar al mercado a sumarse a esos mismos salarios’ […]. Pero ¿a qué venían esos planteamientos? Quizá a que no se ha cumplido el vaticinio de la nueva mayoría política de que no faltarían ciudadanos preparados para sustituir a los funcionarios que renunciaran al servicio público por la disminución de sus percepciones. Si no, ¿cuál sería el objeto de quejarse de que ‘no tendríamos por qué brincar desde el Estado para llegar a los salarios del mercado’? Pero tal vez haya algo más de fondo: la visión de que la aspiración a ganar más y mejorar el nivel de vida, inherente a todo ser humano, es perversa y debe ser corregida […]. Un gobierno de izquierda tendría que estar interesado en subir los salarios en general y, con ello, lograr más recursos para el Estado en contribuciones, pero Morena parece estar peleado con el dinero y con quien lo tiene como producto de su trabajo. A juzgar por lo dicho por Sandoval, quiere bajar los salarios desde el Estado […], en vez de propiciar el crecimiento económico y democratizar el acceso al mercado, cosa que, para mí, es la vía a seguir para hacer realidad la justicia social: que todo mundo tenga derecho a las mismas oportunidades, no que venga el Estado a contender las ganancias”.
El enojo ciudadanos por la negativa de algunos funcionarios públicos a diminuir sus salarios va en incremento, y parecen ser apoyados por la actitud del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que si bien ha hecho un llamado para no participar de agresiones contra funcionarios, en su discurso continúa atacando a aquellos que han promovido amparos para no disminuir sus percepciones. Al respecto en Milenio, el periodista, novelista e historiador Héctor Aguilar Camín, escribe que: “el jueves pasado, en medio de una querella política del Presidente con la Suprema Corte de Justicia, una turba acosó un auto que salía del edificio de la Corte. Durante varios minutos obstruyeron el paso del vehículo, mientras insultaban y amenazaban a los que iban en su interior. Pensaban que en el coche iba un Ministro y a él querían amedrentarlo. Iba en realidad el responsable de prensa de la Corte, pero el acoso no estaba dedicado a él, lo cual hubiera sido grave de por sí, sino que llevaba la intención, aún peor, de amenazar a un Ministro. En mitad de la querella del Poder Ejecutivo con la Corte, que ofrecía ese mediodía la tradicional comida de su cierre de labores, a la que el primer mandatario se negó a asistir, el incidente tiene un tinte ominoso. Va más allá de la manifestación de las diferencias políticas de un grupo de ciudadanos con uno de los poderes de la unión. Es la expresión de una diferencia política, desde luego, pero que tiene la forma de una amenaza física, y que puede llamarse todo menos espontánea o democrática. En ese aviso de la turba se condensó lo que era desde días antes una ofensiva de opinión pública, encabezada por el Presidente, contra la negativa de los ministros a someterse a una decisión del Poder Ejecutivo en materia de salarios […]. Sucedió todo a un costado de Palacio Nacional, donde despacha el Presidente, y en un flanco del cabildo, donde despacha la jefa de Gobierno de la ciudad. No hay averiguación alguna emprendida sobre este incidente que puede calificarse como la primera aparición, en este gobierno, de una turba de supuesto origen popular, característica del fascismo”.
La discusión sobre los salarios ha llegado hasta lo mandos militares, quienes parecen no estar del todo contentos con esta iniciativa de reducción salarial, por lo que han comenzado a circular una carta, misma que es retomada en el Excélsior, por el periodista Jorge Fernández Menéndez, quien escribe que: “en apenas dos semanas, la administración de López Obrador se ha abierto innumerables frentes, pero ahora la nueva administración ha abierto otro mucho más complejo y difícil: el militar. Los oficiales y generales del Ejército mexicano están disconformes, precisamente en el momento en el que el Presidente López Obrador les ha otorgado nuevas responsabilidades en seguridad pública además de las ya muchas que cargaban. Está circulando una carta, escrita por un general de muy alto rango, dirigida al Presidente López Obrador donde se expresa esta molestia […]. Estas son las líneas principales de un texto que no debería ser ignorado. ‘Señor Presidente: Le escribo en su calidad de comandante supremo de las Fuerzas Armadas, con todo el respeto que impone su investidura. La razón, por la cual le dirijo estas palabras es por la intención de reducir los sueldos a los servidores públicos, incluidos, a los mandos militares; no queda claro si es una orden suya o una iniciativa del partido político al que usted pertenece. En cualquier caso, si es real, se estará cometiendo, además, un error estratégico, una injusticia. Por razones obvias, me voy a referir a los sueldos de los militares. A estas alturas de su gestión, usted ya debe estar enterado de cómo un mando militar, en cualquier nivel, obtiene su grado y su cargo. En las Fuerzas Armadas no existen ‘los de arriba’ ni ‘los de abajo’, existen jerarquías y sirven para ejercer conducir las operaciones y mantener la disciplina… Hace unos días usted convocó a más de 30 mil hombres en uniforme en el Campo Militar No. 1. Ante usted estaban los mandos y la tropa de las Fuerzas Armadas, como una sola unidad […]. La tropa es el corazón, brazos y piernas del Ejército, es la que lucha incansablemente bajo el sol, la lluvia, el calor y el frío. La que se desvela las noches cuidando a su unidad y a la gente. La primera en entrar en combate, la primera en caer abatida en el fuego […]. Por eso, aplaudo con energía su anuncio de elevarles su sueldo, espero y deseo con todas mis fuerzas que no sea un incremento de tan sólo unos pocos miles de pesos. Deseo que usted les incremente a un sueldo que compense todo lo que hacen y sacrifican por usted y por todos los mexicanos… […]. La tropa no actúa sola, a ella la acompañan los oficiales, los jefes y los generales […]. Los oficiales, señor Presidente, serán los futuros generales. Los jefes y generales, también, acompañan a la tropa, la organizan, la adiestran, la procuran, la orientan, la enseñan, la equipan, la supervisan, conviven con ella y la conducen en las operaciones. Los oficiales y los jefes son la columna vertebral sobre la que se sostiene el instituto armado. Los generales son el cerebro del cuerpo, sirva la analogía para mayor claridad. Sin el cerebro, la columna vertebral, el corazón, los brazos y las piernas no se mueven. Sepa usted que todos y cada uno de los generales, el que usted quiera, incluso el Secretario de la Defensa Nacional, a quien también pretenden reducirle el sueldo, fue oficial y caminó hombro con hombro con la tropa. Él también ha estado en la línea de fuego. Señor, Presidente, el día de su discurso, los mandos, aquellos que usted llamó ‘los de arriba’ estaban frente a usted y atrás, la tropa, a los que usted llamó ‘los de abajo’. Si usted hubiera dado su discurso hace muchos años, mínimo 30, los que usted vio adelante, hubieran estado atrás. Si dentro 30 años, mínimo, usted vuelve a ir, los que usted vio atrás, estarán adelante. No cometan un error estratégico ni una injusticia. El Ejército es un cuerpo vivo, con columna vertebral y extremidades, pero sin cerebro, no funciona. Usted no podrá traer generales de afuera y tampoco podrá hacer generales por designación. Aquí nadie quiere ser millonario, esa decisión se toma desde que causamos alta para servir al país, pero, tampoco nadie quiere una reducción de su sueldo, por lo menos nadie que se haya esforzado por muchos años para tener el más grande de los privilegios para un militar: conducir a la tropa. El Ejército no constituye un poder como el Judicial y no puede confrontarlo, está a sus órdenes y le es leal, no puede detener sus proyectos, sólo quedan líneas como éstas, para que las lea y las entienda. No cometa un error estratégico ni una injusticia con quienes lo acompañarán en la tarea de servir a nuestra querida patria’. Hasta ahí el texto que los militares le hacen llegar al Presidente López Obrador. No se necesitan más palabras”.
Más allá de los rieles
Uno de los proyectos más importantes del nuevo gobierno es la construcción del Tren Maya, mismo que ha comenzado con las actividades de estudio y análisis. Si bien aún hace falta trabajo, el gobierno y los pueblos originarios ya han dado el primer paso para el proyecto pidiendo permiso a “la madre tierra”, en una ceremonia que captó la atención del país este fin de semana, al respecto en el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “entre rituales inició la rehabilitación de la infraestructura ferroviaria para crear la ruta del Tren Maya, una obra de mil 500 kilómetros. Por respeto a la naturaleza, la característica de todos los nuevos desarrollos que emanen del proyecto, en términos de ordenamiento territorial, es que predominarán las áreas verdes en una proporción de 70 por ciento área verde y 30 por ciento urbanizada en toda la región del tren. Históricamente protagonista de capítulos tan importantes como la Revolución Mexicana, el sistema ferroviario vivió décadas castigado en el abandono. Su renacimiento, vía Andrés Manuel López Obrador, es, en sí, ya un homenaje a los ferroviarios”.
Sobre el apoyo otorgado al proyecto del Tren Maya, en el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “vaya que resultó fácil de convencer de las virtudes del Tren Maya la organización no gubernamental ‘Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar’ que pasó de exigir en octubre no impactar las zonas donde viven esos felinos, a apoyar directamente el proyecto. Quien sabe qué les habrán ofreci… perdón, qué les habrá dicho el titular de Fonatur y encargado del proyecto Rogelio Jiménez Pons que ayer se sumaron a esa iniciativa en la que ahora trabajarán quesque para garantizar su factibilidad ambiental. ¿Será que van a cobrar por sus servicios o lo harán por puro interés… en la naturaleza? Es pregunta que no pasa recibo”.
Sindicatos
En Milenio, el periodista Carlos Marín, retoma partes del discurso de López obrador acerca de los sindicatos en México y comenta que: “en su deslumbrante libro ‘De animales a dioses’ (Editorial Debate, 2014), el historiador Yuval Noah Harari destripa, entre otros, los mitos de igualdad y democracia que la humanidad ha creado para construir ‘redes de cooperación en masa’, palabra que, por altruista que suene, ‘no siempre es voluntaria y rara vez es igualitaria’, porque casi todas esas urdimbres se han organizado ‘para la opresión y la explotación’. La cita es a propósito de la insistente referencia que el Presidente López Obrador hace a la democracia en los sindicatos, en las escuelas… y hasta en las familias. ‘Vienen muchos otros cambios, estamos empezando. Les puedo adelantar que vamos a modificar la ley para que haya democracia sindical’, anunció el sábado en Tampico. ‘Ya no van a haber dirigentes sindicales promovidos, apoyados, respaldados, solapados por el gobierno. Los dirigentes de los sindicatos, sean del Seguro (Social), sean petroleros, sean del sindicato de Salud, sean del magisterio, todos los sindicatos, en todos, van a ser los trabajadores los que van a elegir libremente, democráticamente a sus dirigentes, con voto libre y secreto’, dijo […]. Y días después, en Toluca, reiteró: ‘Queremos democracia en la familia, en la escuela, en el sindicato (…). Democracia como forma de vida…’. De aplica