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Antonio Segoviano. Pintor leonés



En 1879, nace en la ciudad de León, Antonio Segoviano. Fue pintor de significativa habilidad y maestro de notables artistas leoneses que destacaron por sus habilidades y aprendizaje.


La temática que desarrolló en la mayoría de sus obras, fueron religión y retratos.


El Instituto Cultural de León, señala que:


Oriundo de la calle Díaz Mirón, del barrio de San Juan de Dios, Don Antonio nació en el seno de una familia humilde de reboceros.


La vocación artística de Don Antonio fue trascendente y a ella se dedicó con ahínco. Sus nociones primeras las recibe del muralista Don Candelario Rivas. En 1900, cuando llega a León don Candelario, es encomendado a decorar la Catedral pues en 1902 estaba planeada la coronación de la imagen de la Madre Santísima de la Luz.


Antonio Segoviano no perdió la oportunidad de ir a ver pintar a Don Candelario, y así tal vez algún día poder acercarse al maestro para sacarle dudas y consejos. Al verle diario, un día don Candelario le regaló sus tubitos de pintura que iba desechando, y con los restos de pintura que quedaba, Don Antonio fue combinando colores hasta que empezó a experimentar.


Fue perfeccionando su técnica, y siendo autodidacta su sistema de enseñanza no obedecía a normas académicas. Sin embargo obligaba al alumno a perfeccionarse y cuando le presentaban trabajos con defectos solo decía “todavía no está”.


Los leoneses de esa época lo recuerdan como una persona de mediana estatura, sombrero ancho, cobija o zarape al hombro y bigotes despeinados. Por su humildad y don de gente siempre se allegó de jóvenes humildes como él, salidos de fábricas de calzado, o recbocerías o sastrerías.


Nunca salió de León para lucir en otros puntos, pero se le encomendaron grandes obras templarias que aún podemos observar. Incluso una vez el Obispo de Cristo Rey le mandó llamar para que pintara un sueño sobre Cristo sentado en un carruaje jalado por leones y leonas. La mencionada obra se encuentra en la ermita Expiatoria del Monumento a Cristo Rey.


La Escuela de Artes Plásticas "Antonio Segoviano" (ESAP): Recibe su nombre en honor a su abundante obra de pintura y de enseñanza en la que destaca la decoración de los templos de la Tercera Orden y la Capilla de Belén. Pero quizá el mérito mayor de Segoviano fue la generosidad con la que impartió sus conocimientos cuando eran solicitados, sin haber jamás percibido algún pago por ello.


Los leoneses de esa época lo recuerdan como una persona de mediana estatura, sombrero ancho, cobija o zarape al hombro y bigotes despeinados. Por su humildad y don de gente siempre se allegó de jóvenes humildes como él, salidos de fábricas de calzado, o recbocerías o sastrerías.


Nunca salió de León para lucir en otros puntos, pero se le encomendaron grandes obras templarias que aún podemos observar. Una ocasión el Obispo de Cristo Rey le mandó llamar para que pintara un sueño sobre Cristo sentado en un carruaje jalado por leones y leonas. La mencionada obra se encuentra en la ermita Expiatoria del Monumento a Cristo Rey.


La Escuela de Artes Plásticas "Antonio Segoviano" (ESAP): Recibe su nombre en honor a su abundante obra de pintura y de enseñanza en la que destaca la decoración de los templos de la Tercera Orden y la Capilla de Belén. Pero quizá el mérito mayor de Segoviano fue la generosidad con la que impartió sus conocimientos cuando eran solicitados, sin haber jamás percibido algún pago por ello.


Antonio Segoviano tuvo un muy reconocido grupo de alumnos de pintura como Nabor Quiroz, Lázaro Zambrano, Tobías Villanueva, Jesús Romero, Jacinto Aranda, Francisco Aranda, Jesús Romero, González Herrera.


Murió el 11 de junio de 1957.Sus restos reposan en una cripta del Templo del Inmaculado Corazón de María.

Otras fuentes señalan que falleció el 14 de junio de ese mismo año.


Fuente: Llegar a Ser, Monografía del Municipio de León; Carlos Arturo Navarro Valtierra; Periódico El Reportero, Marzo 10 de 1966; Sergio Rodríguez Jáuregui/ Instituto Cultural de León / El Sol de León.

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